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Antes de la llegada de los europeos a América, la región del norte de Argentina estaba habitada por pueblos de diversos orígenes, quienes contaban con una rica tradición en técnicas textiles.

Una de las fibras vegetales más utilizadas en esa época en la zona fue el Chaguar o Caraguatá. Esta fibra pertenece a la familia de las bromeliáceas y tiene múltiples usos, tales como alimenticios, decorativos, cicatrizantes y en prácticas mágicas, entre otros. Las redes de malla hechas con esta fibra representan una de las técnicas textiles más antiguas de Sudamérica. Con estos hilos se confeccionaban camisas de punto cerrado para los combates, pierneras para la pesca, mantos, bolsas desespinadoras y otros artículos de vestimenta.

Hoy en día, las mujeres continúan tejiendo con estos mismos hilos objetos como redes de pesca, cunas para niños, bolsos de acarreo, «yicas» (bolsas para el transporte, recolección y almacenamiento de alimentos), cuerdas, hamacas, polleras, cintos, hondas, entre otros objetos que forman parte de la vida cotidiana.

 

 

¿Quiénes trabajan el Chaguar y dónde?

El trabajo con el Chaguar es una actividad tradicionalmente femenina realizada por las mujeres Wichí. Son ellas quienes conocen los lugares del monte donde se encuentra esta planta. Una vez que hallan el chaguaral, seleccionan las plantas que tienen el tamaño y la calidad necesarias para la elaboración de los tejidos.

La variedad más valorada es la Bromelia hieronymi, cuya fibra es blanca y especialmente adecuada para la textilería. Otra variedad utilizada es la Deinacanthon urbanianum, la más pequeña de las bromelias, que tiene fibras muy resistentes con las que se fabrican yicas, redes de pesca y cuerdas.

 

¿Cómo trabajan el Chaguar?

Las fibras del chaguar se separan y las hojas se remojan durante un día. Luego se pelan manualmente, una por una, y se frotan para limpiarlas. Para blanquearlas, las fibras se dejan secar al sol.

Las artesanas elaboran los hilos separando fibra por fibra y frotándolas en sentido contrario, con movimientos rápidos para torcerlas. Una vez que se obtienen los hilos, las mujeres Wichí, expertas en lo que el monte les ofrece, extraen raíces, frutos, cortezas y hojas para hervirlas y obtener tintes naturales para los hilos. Las madejas de hilo se sumergen en estos tintes durante varios días hasta que absorben el color deseado. Algunas de las plantas utilizadas para teñir las fibras incluyen:

Algarrobo Blanco: Resina o corteza – Negro

Algarrobo Negro: Fruto – Azul o violeta

Palo Santo: Fruto – Verde seco

Quebracho Colorado: Corazón del tronco – Marrón rojizo

Pata Pata: Cáscara o raíces – Marrón

Mistol: Tronco – Marrón rojizo

Palo Amarillo: Hojas – Amarillo

Palo Cruz: Ceniza – Blanquea los hilos

 

 

¿Cómo se realiza el tejido?

Para tejer los diseños de malla apretada, las artesanas utilizan una gruesa aguja de madera, dos palos plantados en el suelo y un hilo tirante entre ellos. Primero, se realiza una hilada de lazada con la cantidad de mallas necesarias para el diseño que se desea confeccionar. Luego, en una segunda vuelta, los hilos se entrecruzan, sin apretar demasiado el nudo, para que la malla quede abierta.

 

¿Qué significado tienen los diseños?

 

Casi todos los diseños reflejan la cosmovisión del pueblo Wichí, profundamente conectada con la naturaleza. En sus tejidos, se pueden encontrar representaciones del mundo natural, como plantas, animales y elementos del entorno humano. Los nombres de los dibujos combinados con diferentes colores son evocaciones de estos elementos, tales como: «codos», «lomo de avestruz», «caparazón de tortuga», «cuero de lampalagua», «frutos de doca», «dedo de carancho», «pata de loro», «cuero de yarará», «pata de zorro» y «pecho del pájaro carpintero».

 

Cada diseño es único e irrepetible, con una invaluable e increíble historia detrás.

 

Cada pieza tejida con Chaguar lleva consigo una historia que refleja la conexión profunda con la naturaleza y la tradición cultural de los pueblos Wichí. Cada diseño es el resultado de un proceso único, transmitido de generación en generación, y guarda en sus hilos la sabiduría ancestral de quienes lo crearon.

 

NUESTRO FIN ES DAR A CONOCER SU TRABAJO, EL VALOR QUE TIENE MANTENERLO EN EL TIEMPO